El pasado miércoles 1 de septiembre se realizó un nuevo Coloquio del PEPET, que esta vez tuvo como objetivo reunir a sindicalistas para que compartieran sus experiencias en torno a las principales dificultades que han tenido que enfrentar durante la pandemia del COVID-19.
Desde la llegada del COVID-19 a Chile, las y los trabajadores han tenido que enfrentar no sólo el miedo al contagio, sino que también las nuevas formas de trabajar, ya sea en el mismo lugar de trabajo o desde su hogar. Estos cambios trajeron distintas consecuencias psicológicas, sociales y económicas que los mismos trabajadores han tenido que enfrentar y hacerse responsables. Por ello, desde el mundo laboral, las organizaciones sindicales han sido clave para acompañar a las y los trabajadores para amortiguar los efectos laborales de la crisis sanitaria.
En este Coloquio, coordinado y moderado por el investigador del PEPET, Antonio Aravena, participaron como expositores Erick Campos, presidente Sindicato de Trabajadores Metro de Santiago; Guillermo Henríquez, Dirigente Nacional de FENPRUSS y Ricardo Rodríguez, presidente del Sindicato de Estibadores de Muellaje del Maipo y Vocero Unión Portuaria Centro.
Erick Campos, expuso cómo la pandemia impactó a las y los trabajadores de Metro, especialmente a quienes trabajan por subcontrato. Campos señala que “7 de cada 10 trabajadores del Metro son de empresas subcontratistas” y que “en el caso de subcontrato no hubo espacio de negociación, sólo hubo espacio de término de contratos, por lo tanto, para la empresa mandante es muy conveniente ajustar costos a partir de terminar contratos [de trabajadores subcontratados]”. En este sentido, explica que hay más de 1600 trabajadores desvinculados de la empresa debido al déficit financiero durante el año 2020. Además, agrega que la pandemia ha catalizado al menos dos procesos que se venían gestando mucho antes: el aumento de la intensidad laboral y la implementación del sistema LEAN. También, expuso sobre la complejidad de la negociación colectiva durante los principios de la pandemia para asegurar la estabilidad laboral de las y los trabajadores, “a cambio de esa estabilidad laboral nosotros cedimos salario (…) cerca de 1000 millones de pesos en un bono que recibimos todos los años para mantener esa relación laboral pero que en definitiva con una transacción que generó lesiones en la relación laboral porque todos sabemos que el metro no va a quebrar, no puede quebrar y va a seguir funcionando”. Por último, Campos explicó cómo algunas problemáticas que parecieran ser individuales tienen un carácter colectivo y que, por ello, “el sindicalismo encontró una oportunidad en la pandemia”. De esta manera, el rol del sindicato se ha hecho más complejo y a pesar de sus limitaciones señala que han encontrado “más posibilidades en la pandemia para expresar concretamente lo que significa un sindicalismo más sociopolítico”.
Por su parte, Ricardo Rodríguez expuso sobre el manejo de la pandemia en el sector portuario a través de una mesa de trabajo que, hasta ahora, ha propuesto alrededor de 100 medidas COVID para seguir trabajando en terreno. De hecho, Rodríguez señala que “los puertos han trabajado 24/7 desde los inicios de la pandemia y hasta el día de hoy, no ha habido ni un día que no se ha trabajado”. “Somos un sector bien fuerte y hemos podido lograr los acuerdos con los empleadores para poder tener todo este tipo de garantías con nuestros compañeros”, indica Rodríguez, ya que una gran parte de los productos que entran o salen del país pasan por las manos de las y los trabajadores. De esta manera, “el costo lo ha tenido que asumir la empresa, de plata de los trabajadores no ha salido, no hemos tenido que entregar nada”, señala Rodríguez. Por último, el Vocero de Unión Portuaria Centro, concluye que no han tenido mayores dificultades en su sector. Rodríguez comenta que “como sector portuario estamos, hasta el momento, con buenas cuentas en cuanto al desarrollo, sanitización y todo lo que tenga que ver con el COVID y con el tema del trabajo no tenemos malas cifras, no han despedido a nadie (…) al contrario, se ha sumado gente, así que creo que estamos bien”.
Finalmente, Guillermo Henríquez recordó que el sector de la salud ha sido la primera línea frente al COVID-19 y que, por ello, las consecuencias en la misma salud de las y los trabajadores fueron de gran impacto. Debido a la diferenciación de áreas COVID y No-COVID se ha precarizado el trabajo, ya que se ha tenido que distribuir profesionales hacia el área de COVID para brindar la mejor atención posible. “Como trabajadores hemos tenido una demanda importante (…) la pandemia vino a visibilizar la brecha (…) tenemos compañeros y compañeras que han sido contratados bajo la precariedad laboral, como es el sistema de honorarios (…) teniendo inclusive no derecho a descanso, no derecho a licencia, arriesgando su propia vida y la de su familia”, señala Henríquez. Además, las y los trabajadores de atención primaria de salud se invisibilizaron frente a la pandemia, ya que los esfuerzos se centraron en la hospitalización y ventilación mecánica. Por último, Henríquez señala que, como sindicato, fueron los primeros en visibilizar la estrategia sanitaria y garantizar a sus funcionarios y funcionarias todas las medidas de protección necesarias.
En este link se puede acceder al registro audiovisual completo de este Coloquio, en el canal de You Tube de la Universidad Diego Portales.